Una válvula reductora de presión, también llamada manorreductor, es un dispositivo que disminuye la presión de un fluido (como agua, gas o vapor) en un sistema. Funciona automáticamente, sin necesidad de una fuente de energía externa, manteniendo una presión de salida constante a pesar de las fluctuaciones en la presión de entrada. Funcionamiento: La válvula reduce la presión al restringir el flujo del fluido a través de un orificio. Un mecanismo interno, a menudo un resorte o un diafragma, actúa sobre una válvula de asiento, ajustando la apertura para mantener la presión de salida deseada. Cuando la presión de salida aumenta, el mecanismo cierra parcialmente la válvula, reduciendo el flujo y la presión. Cuando la presión de salida disminuye, el mecanismo abre más la válvula, permitiendo un mayor flujo y aumentando la presión. Tipos de válvulas reductoras de presión: Directas: El mecanismo de control actúa directamente sobre la válvula de asiento. Pilotadas: Un piloto controla una válvula más grande que a su vez regula el flujo principal, permitiendo mayor capacidad y precisión. Para diferentes fluidos: Existen válvulas diseñadas para agua, gas, vapor y otros fluidos, con características específicas para cada aplicación. Aplicaciones: Sistemas de agua potable para proteger tuberías y electrodomésticos de altas presiones. Sistemas de aire comprimido para asegurar un funcionamiento seguro y eficiente de herramientas y equipos. Sistemas de vapor para regular la presión en procesos industriales y calefacción. Redes de riego para controlar el flujo y la presión del agua. Consideraciones: Es importante seleccionar la válvula adecuada para el tipo de fluido, la presión de entrada y salida deseada, y el caudal requerido. La instalación correcta y el mantenimiento regular son cruciales para asegurar un funcionamiento óptimo y evitar problemas como la cavitación.